
Momentos estelares del Redontour, por orden de aparición:
1. Avistamos un mini-laberinto (ver foto).
2. Pasamos por un puente de madera.
3. Encontramos al Bohemio y disimulamos mal.
4. Hicimos como que nos interesaban los cuadros horrendos de un puesto callejero solo porque el artista en persona estaba frente a nosotros mirándonos fijamente (fueron minutos intensos).
5. Pasamos por el monasterio de Villa algo.
6. Discutimos sobre las famosas piedras del muro de Berlín, el arquitecto suicida y los ligues del Señor de Incógnito.
7. Nos fotografiamos junto a la Coca y al Carallón (o algo así).
8. Subimos por un camino siniestro y bajamos por otro.
9. Caminamos por la calle del medio.
10. Visitamos una iglesia románica con fachada semi-gótica y campanario barroco.
11. Vimos un número inusitado de kioskos.
12. Tomamos un refrigerio en el Bar Zeus, el del Corte de Manga.
13. Aprendimos una palabrota en gaélico.
13. Asistimos a un bautizo.
13. Fuimos hasta la parada del bus y yo amenicé la espera con mi repertorio de Éxitos de los Ochenta, a petición popular.
13. Cuatro y yo cogimos un Vitrasa.
Fue una tarde de Samhaín perfecta. Y, como no podía ser de otro modo, pasamos mucho miedo.